La vida nos lanza desafíos inesperados, esos momentos que nos desgarran emocionalmente y anhelamos que se desvanezcan rápidamente. Pero, ¿qué podemos hacer para superarlos y encontrar nuevamente la calma? Existen herramientas simples a nuestro alcance, que nos pueden ayudar a recuperar la calma.
Cada uno de nuestros sentidos puede ser una puerta hacia la tranquilidad. Te compartiré unas sencillas formas de auto-calma a través de los sentidos, basada en la Terapia Conductual Dialéctica (DBT).
- VISIÓN: Sumérgete en la belleza que te rodea. Dirígete a un lugar agradable y observa todo lo que puedas; hojea un álbum de fotos familiar y observarlas detenidamente; contempla con detalle una fotografía que te traiga alegría; maravíllate con los colores de una deslumbrante puesta de sol; detente a observar a las personas a tu alrededor.
- AUDICIÓN: Deleita tus oídos con melodías sanadoras. Escucha tu música favorita; presta atención a los sonidos de la naturaleza, como el canto de los pájaros, la lluvia, los truenos o el ruido del tráfico; toca un instrumento musical o deja que tu voz se eleve en canciones; concéntrate en los sonidos hipnotizantes de un aparato en funcionamiento.
- OLFATO: Despierta tus sentidos con fragancias que te reconfortan. Rocía un perfume de tu agrado y déjate envolver por su aroma; utiliza un jabón de ducha con fragancias relajantes; hornea galletas o dulces y disfruta de su delicioso aroma; inhala el cautivador aroma del café recién molido; visita un parque y déjate llevar por el perfume de las flores o el pasto recién cortado.
- GUSTO: Saborea el placer de cada bocado. Deléitate con una de tus comidas o bebidas favoritas, saboréala lentamente; pide ese sabor de helado que te encanta; enfócate plenamente en la experiencia de comer, notando los sabores y texturas de cada alimento; come con plena conciencia, sin prisas ni excesos.
- TACTO: Conecta con la calma a través del contacto físico. Disfruta de un relajante baño caliente; acaricia a tu mascota, sintiendo su suave pelaje; regálate un masaje revitalizante; peina delicadamente tu cabello, sintiendo cada movimiento; abraza o permite que te abracen, dejando que la energía curativa fluya; coloca una prenda fría en tu cabeza para refrescar tus pensamientos; vístete con tus ropas más cómodas, abrazando la comodidad.
- MOVIMIENTO: Libera tus emociones a través del movimiento. Balancea suavemente tu cuerpo, sintiendo la armonía en cada movimiento; estírate con gracia, despertando tus músculos y liberando la tensión; sal a correr, permitiendo que la naturaleza sea tu compañera en el camino; practica yoga, uniendo mente y cuerpo en una danza serena; ¡baila con libertad, dejando que la música te envuelva y te lleve lejos!
La clave radica en elegir una de estas actividades y sumergirse por completo en ella, concentrándose en cada detalle mientras la llevas a cabo.
De esta forma, estarás guiando a tu mente a disminuir la intensidad de las emociones que surgen de la crisis que estás enfrentando.
Dale a tu mente algo en lo que ocuparse, algo que sea sanador y te brinde paz.
Recuerda, los momentos difíciles no definen quiénes somos, sino cómo nos enfrentamos a ellos.