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El cerebro en crecimiento: Descubre cómo las neurociencias explican los cambios en los adolescentes»

¿Sabías que el cerebro de los adolescentes está experimentando cambios asombrosos? Durante esta etapa crucial de la vida, el cerebro está en pleno desarrollo y transformación. Comenzamos a evidenciar que un niño ingresa a la adolescencia por los cambios físicos observables, pero aunque es menos evidente, el cerebro también está cambiando y dichos cambios van a influir en el comportamiento, las emociones y el bienestar de los jóvenes.

Desarrollo cerebral y plasticidad neuronal

El cerebro es un órgano increíblemente adaptable y maleable, especialmente durante la adolescencia. Durante este período, el cerebro experimenta una intensa reorganización y maduración, lo que se conoce como plasticidad neuronal. Las conexiones entre las células cerebrales se fortalecen o debilitan en respuesta a la experiencia y el entorno. Esta plasticidad juega un papel fundamental en el aprendizaje, la memoria y el desarrollo de habilidades cognitivas y emocionales.

 La corteza prefrontal, una región del cerebro responsable de la planificación, el razonamiento y el control de los impulsos, está en pleno proceso de desarrollo durante esta etapa, y continuará desarrollándose hasta alrededor de los 24 años. A medida que esta región se fortalece y se conecta con otras áreas cerebrales, los adolescentes adquieren habilidades cognitivas más sofisticadas y una mayor capacidad para tomar decisiones informadas. Sin embargo, la amígdala, una región involucrada en el procesamiento emocional, se desarrolla antes que la corteza prefrontal. Esto puede explicar por qué los adolescentes a menudo experimentan emociones intensas y pueden tener dificultades para regular sus emociones.

Relación entre cerebro y conducta

Los cambios en el cerebro durante la adolescencia también tienen un impacto significativo en su conducta. Las regiones cerebrales responsables del juicio, la toma de decisiones y el control de los impulsos, como la corteza prefrontal, aún se están desarrollando en los adolescentes. Esto puede explicar por qué a menudo toman decisiones arriesgadas o tienen dificultades para regular sus emociones.

La maduración desigual de las diferentes áreas cerebrales puede llevar a que los adolescentes muestren comportamientos impulsivos o tengan dificultades para evaluar los riesgos adecuadamente.

La comprensión de la relación entre el cerebro y la conducta es fundamental para que los psicólogos puedan diseñar estrategias de intervención que se ajusten a las necesidades específicas de cada consultante. Por ejemplo, pueden enfocarse en el desarrollo de habilidades de autorregulación emocional, promover la toma de decisiones informadas y trabajar en el fortalecimiento del control de los impulsos.

Relación entre cerebro y emociones

Durante la adolescencia, las regiones cerebrales involucradas en el procesamiento emocional, como la amígdala y la corteza prefrontal, están experimentando cambios significativos. La amígdala, encargada de generar emociones básicas, madura tempranamente, mientras que la corteza prefrontal, responsable de regular las respuestas emocionales, está en desarrollo. Esta disparidad puede resultar en reacciones emocionales exageradas o dificultades para comprender y expresar las emociones adecuadamente.

Los terapeutas pueden utilizar técnicas como la regulación emocional, el mindfulness y la reestructuración cognitiva para ayudar a los adolescentes a comprender y manejar sus emociones de manera más efectiva.

Cómo ayudar al cerebro de un adolescente a desarrollarse saludablemente

Existen prácticas que podemos adoptar para promover un desarrollo cerebral saludable. Una nutrición adecuada desempeña un papel fundamental, al igual que el ejercicio físico regular, que no solo promueve la salud física, sino que también estimula el cerebro y aumenta la producción de factores neurotróficos. El sueño de calidad también es crucial, ya que durante el descanso el cerebro consolida la información aprendida y se recupera. Además, es importante fomentar actividades que estimulen la creatividad y la resolución de problemas, como la música, el arte, la lectura y los juegos estratégicos, ya que esto fortalece las conexiones neuronales y promueve la plasticidad cerebral. Ayudarles a tener un plan para su futuro suele ser un buen motivante para transitar bien la adolescencia.

En conclusión, el comprender cómo cambia el cerebro a lo largo del ciclo vital nos permite abordar de manera más efectiva los desafíos que enfrentan los jóvenes y promover su desarrollo cerebral y emocional saludable. Al seguir las prácticas mencionadas anteriormente, podemos brindar el apoyo necesario para que los adolescentes florezcan y alcancen su máximo potencial en esta etapa crucial de sus vidas.

Verónica Vera Neira
Psicóloga Clínica