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Trastorno por Déficit de Atención: Comprendiendo sus Implicaciones y Síntomas

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, conocido como TDAH, es un tema que ha ganado relevancia en la actualidad, tanto en conversaciones cotidianas como en el ámbito escolar. Muchas veces, escuchamos afirmaciones como «mi hijo tiene déficit de atención, no se concentra en las tareas escolares porque» o «este niño solo rinde cuando le interesa». Sin embargo, debemos comprender que el TDAH es un trastorno que puede afectar significativamente la vida de los niños y adolescentes que lo padecen. 

¿Qué es realmente el TDAH?

Según el DSM-5, la clasificación estándar de los trastornos mentales, el TDAH se enmarca dentro de los trastornos del desarrollo neurológico, también conocidos como trastornos del neurodesarrollo. Esto significa que el TDAH implica una inmadurez en el desarrollo del cerebro. Los estudios científicos han revelado que los niños y adolescentes con TDAH presentan un retraso o retraso de aproximadamente un 30-35% en el desarrollo de su cerebro en comparación con sus pares sin el trastorno. En términos prácticos, esto implica que un adolescente de 15 años con TDAH puede tener un funcionamiento cerebral equivalente a un niño de 10-11 años. Es esencial comprender esta diferencia significativa, ya que nos ayuda a entender las dificultades que enfrentan estos individuos en su vida diaria.

La importancia de la corteza prefrontal en el TDAH

Dentro de las diversas estructuras del cerebro, se ha observado que la corteza prefrontal es una de las áreas más inmaduras en los niños y adolescentes con TDAH. La corteza prefrontal alberga las funciones ejecutivas, que son las habilidades cognitivas y emocionales superiores que nos diferencian de otras especies. Estas funciones incluyen la concentración, el control de impulsos, la memoria operativa, la planificación, la flexibilidad cognitiva, la autorregulación emocional, la toma de decisiones, la capacidad de autorefuerzo y la conciencia, entre otras. En el caso del TDAH, la disfunción de la corteza prefrontal puede tener un impacto significativo en estas habilidades ejecutivas, lo que dificulta la capacidad de autogobierno y la adaptación en los individuos afectados.

Síntomas y repercusiones del TDAH

Los síntomas del TDAH son muy conocidos y pueden variar en intensidad de un individuo a otro. Algunos de los síntomas comunes incluyen dificultad para atender, hiperactividad, impulsividad, dificultad para reconocer y regular las emociones, baja tolerancia a la frustración, rigidez cognitiva, necesidad de estímulos externos, dificultad en la toma de decisiones, lenguaje interno pobre, baja automotivación y falta de perseverancia, entre otros

Las repercusiones del TDAH pueden abarcar diferentes áreas de la vida de un individuo. En el ámbito académico, los niños y adolescentes con TDAH pueden tener dificultades para prestar atención en clase, seguir instrucciones, completar tareas y organizar su tiempo de estudio. Esto puede llevar a cabo un bajo rendimiento académico, dificultades en la adquisición de habilidades y una sensación de frustración y baja autoestima.

En el ámbito social, el TDAH puede afectar las relaciones interpersonales. Los individuos con TDAH pueden tener dificultades para controlar sus impulsos, esperar su turno para hablar, mantener una conversación adecuada o interpretar las señales sociales. Estas dificultades pueden llevar a conflictos con amigos, compañeros de clase y miembros de la familia, lo que a su vez puede generar sentimientos de aislamiento y rechazo.

Además, el TDAH puede tener indicaciones en la salud mental. Las personas con TDAH tienen un mayor riesgo de desarrollar otros trastornos mentales, como trastornos de ansiedad, depresión, trastorno bipolar y trastornos de conducta alimentaria. Estas condiciones pueden interactuar entre sí y dificultar aún más el funcionamiento diario y el bienestar emocional de los individuos afectados.

Es importante destacar que el TDAH no es un indicador de falta de inteligencia o capacidad. De hecho, muchas personas con TDAH tienen habilidades y talentos sobresalientes en áreas específicas. Sin embargo, es fundamental comprender y abordar las dificultades que enfrentan en las áreas afectadas por el trastorno para poder brindarles el apoyo adecuado y ayudar a alcanzar su máximo potencial.

Relevancia de la familia 

Las familias juegan un papel fundamental en el apoyo a niños y adolescentes con TDAH. Con el respaldo familiar y escolar, se pueden lograr avances significativos, ya que se sienten respaldados y validados por su entorno cercano es de vital importancia.

A menudo, el diagnóstico conlleva la tendencia a etiquetar los comportamientos como «maldad» en el niño, pero el apoyo familiar generará una mayor confianza y adherencia al tratamiento. La forma más efectiva de respaldar este proceso es involucrarse activamente en el abordaje terapéutico, actuar como coterapeutas para implementar herramientas tanto en el hogar como en la escuela, y así fortalecer las conductas aprendidas fuera del contexto clínico.

Tratamiento

El tratamiento del TDAH suele incluir una combinación de enfoques, que pueden incluir psicoterapia, intervención educativa, medicación y apoyo familiar. Cada caso es único, y es importante que el tratamiento sea individualizado y adaptado a las necesidades específicas de cada persona.

Verónica Vera neira
Psicóloga Clínica